Llevaba tiempo con ganas de probar el videojuego Minecraft y no me ha decepcionado. Estos juegos sencillos y básicos en apariencia son los que más me gustan y Minecraft se lleva la palma en cuanto a versatilidad. Es similar a otros juegos míticos como Age of Empires, Warcraft y Heroes 3 porque se basa en obtener recursos de diferentes tipos para ir construyendo útiles, ciudades y ganando experiencia. El abanico de posibilidades que ofrece Minecraft parece infinito y eso que sólo he jugado unas pocas horas.
Otro punto fuerte a favor es que el juego es muy ligero, apenas ocupa 300 MB, y no requiere demasiada memoria RAM o gráfica por lo que es apto para equipos vintage. Una vez instalado se pueden elegir diferentes formas de juego, por ejemplo con monstruos o sin ellos, y se crea un «mundo» donde empezará el juego. Una vez creado el mundo, dependiendo de la elección anterior, el objetivo será sobrevivir a la primera noche y para ello hay que conseguir madera y construir un refugio. Existen varias páginas con tutoriales para sacarle el máximo partido al juego y mi preferida es la wiki oficial.
Es un videojuego muy divertido y visualmente original. Todo está construido a base de graciosos pixelotes, hasta los cerdos son cuadrados… Me ha parecido muy refrescante y con un potencial inmenso de desarrollo, y ésta creo que es su principal virtud: la flexibilidad y capacidad de crecimiento que ofrece. Me ha maravillado y creo que seguiré con él poco a poco construyendo mi mundo de pixelotes.
Además os recomiendo instalar el programa Xpadder para poder jugar con un gamepad, cosa que facilita mucho la jugabilidad. En este tutorial explican de maravilla cómo configurarlo. Yo personalmente juego mucho más cómodo con el gamepad que con el teclado así que os animo a que lo probéis.